Melissa nació una hermosa y calurosa tarde selvática: el 27 de julio de 1968.
Segunda de cinco hermanos. Yazmin, Vivian, Alaín e Igor.
Era una niña preciosa, con abundantes cabellos negros y algo que la distinguía de todos los bebes era su naricita, terminada en una puntita, muy graciosa y llamativa y el dedito en la boca, sí nació chupando el dedo pulgar, algo que, a pesar de todos los métodos conocidos para evitarlo, nunca tuvimos éxito.
En su niñez, fue una muy tranquila, pero coqueta. Le gustaba que todos nos enteraramos cuando lucía algo nuevo, sus bombachas con bobitos, sus zapatitos nuevos, un vestido nuevo, etc..
Y las fotos, como le encantaban, siempre ideando como posar.
También recuerdo sus miedos, le tenía mucho miedo a los ruidos fuertes y a la sangre.
Era imposible ver una película de vaqueros con ella, se escondía debajo de las bancas del cinema, lloraba en los ascensores.
Era imposible hacerle un análisis, pues gritaba incansable: " mi sangrecita no, mi sangrecita no".
En la escuela, era la defensora de su hermana mayor, niño que le faltara el respeto, niño a quien ella citaba al salir de la escuela para pegarle, nunca sucedió por supuesto, pero ese era su temperamento.
Hasta los 11 años vivimos en Pucallpa, debido a problemas con su padre nos fuimos a vivir a Huancayo, allí estudió parte de la secundaria destacándose por sus dotes artísticas y deportivas, estuvo seleccionada para competir en salto alto en las olimpiadas nacionales que se llevaron a cabo en Huancayo.
Posteriormente llegamos a Lima y luego de un breve paso por el colegio secundario en surco pasa a cursar estudios de cuarto y quinto de secundaria en el colegio bancario "Alejandro Deustua", destacándose por su alegría, calidez y su capacidad para hacer amigos, amigos verdaderos que la aman y amaran por siempre por su su sencillez y dulzura.
(Este escrito es una pequeña parte de mis recuerdos sobre mi querida hija melissa y conforme vaya organizándo mis ideas, seguiré aportando a esta página.)